La conquista del Nuevo Mundo significó para España un cambio en las ciencias naturales. Desde los primeros años de la colonización, las plantas medicinales antillanas tuvieron un papel importante en la curación de enfermedades en ambos lados del Atlántico. El Doctor Diego Alvarez Chanca, botánico, viajó con Cristobal Colon en el segundo viaje y fue el primero en anotar la flora de las islas. 

    Los primeros cronistas describieron el modo de vida de los aborígenes. Una de las figuras más notorias fue el bohique quien representaba el papel de sacerdote, médico y adivino. Fue de estos “grandes herbolarios” que los cronistas adquirieron conocimiento de las plantas que estos utilizaban como remedios. 

    Una vez los colonizadores se establecieron en las Antillas, surgieron enfermedades desconocidas por estos y comenzaron a depender de los recursos disponibles para su subsistencia. El retorno a España de conquistadores enfermos, trajo como consecuencia que se presentaran nuevas enfermedades en toda Europa. 

    Desde las primeras décadas del siglo XVI, las plantas medicinales antillanas fueron transportadas a España. En Sevilla, puerto importante para el comercio, varios médicos comenzaron a sembrar las plantas medicinales en sus jardines botánicos privados y experimentar con sus pacientes sus propiedades curativas. Varios de estos médicos establecieron redes comerciales con las plantas medicinales Antillanas distribuyéndolas a través de toda Europa. 

Redacta: Lcda. Gladys Montañez. Tesina de Maestría; La flora endémica de las Antillas Mayores: apropiación y transformación de la materia médica en Europa: Siglo XVI CEAPR 2019.