Antes de que la industria farmacéutica elaborara las novedosas formas de administración de medicamentos, los farmacéuticos utilizaban utensilios para la elaboración manual de los mismos. Uno de esos utensilios era el pildorero con este instrumento se elaboraban las píldoras. El utensilio constaba de una tabla gruesa en la que se colocaba una plancha de hierro acanalada. En la parte superior se colocaba una segunda pieza de madera y hierro en forma de regla que disponía del mismo número de canales o semicírculos cóncavos.
Para utilizarlo se colocaba entre ambas superficies el magdaleon o masa a la que previamente se le habían incorporado los principios activos medicinales, en forma de rollo largo y delgado. Al unir ambas planchas, la masa quedaba comprimida en pequeños cilindros los que posteriormente se terminaban de redondear a mano. Estas eran las llamadas píldoras, las que se podían luego impregnar con alguna sustancia de recubrimiento.
Fuente: Museo de Historia de la Farmacia de Sevilla y otras.