Para finales del siglo XVIII (1767), surgió la primera botica militar en Puerto Rico la cual se llamó Botica Real. La Botica Real fue localizada en el Real Hospital Militar de Santiago, luego Hospital Nuestra Señora de la Concepción el Grande en San Juan. Esta botica se fundó con el propósito de proveer medicamentos básicos para la guarnición, el pueblo y los marineros que llegasen al puerto. En la misma, ofrecieron sus servicios los Boticarios Mayores ayudados por practicantes de farmacia. Varios de los Boticarios Mayores se involucraron en la regularización de la práctica de la profesión de farmacia. Una de sus contribuciones fue la elaboración de la primera Tarifa de Medicamentos en 1807, la cual sirvió de guía para controlar los precios de los medicamentos simples y compuestos no solo en la botica real si no en todas las boticas existentes a principios del siglo XIX.
El primer Boticario Mayor del hospital fue don Francisco Marchillat, quien arribó desde Barcelona. A este le sucedió Don Juan Diego Del Castillo cuyas cualidades como botánico le valieron un nuevo cargo en la Nueva España (hoy Méjico) como ayudante en la expedición botánica de don Martin Sesse en 1788. Don Jose Giusti, Boticario Mayor de 1820 a 1844 llegó a ser Presidente de la Real Subdelegación de Farmacia la cual fue responsable de otorgar los títulos de Licenciado en Farmacia en Puerto Rico hasta 1898.
Foto: Libro de la Dra Sandra Fabregas, La Institucionalización de la Farmacia en PR.