En junio de 1854 se celebró en San Juan la primera exposición pública puertorriqueña con el fin de demostrar el estado de la industria, agricultura y las bellas artes en la Isla. Esta iniciativa se debió al Gobernador Don Fernando de Norzagaray y la Junta de Gobierno y Fomento. A la exposición acudieron varios farmacéuticos quienes presentaron las especialidades preparadas por ellos en sus farmacias, las cuales se vendían a través de la Isla y en el exterior.
Según el Dr. Cayetano Coll y Toste expone en el Boletín Histórico de Puerto Rico, Tomo III estuvieron presentes los siguientes farmacéuticos:
Don Tomás Babel, de San Juan quien presentó su Bálsamo Antirreumático, preparado con plantas medicinales del país el cual era útil para curar los dolores reumáticos friccionando las articulaciones afectadas. Presento además un Bálsamo para curar quemaduras. Ambos eran preparados siguiendo procedimientos propios.
Don Carlos Micard, de San Juan, presentó aceite de ricino, de ajonjolí, de coco y de flor de naranjo, Bálsamo de Copaiba y manteca de cacao. Todos los productos eran preparados en su botica.
Don José Henna, de Ponce, presentó aceite de castor y agua de azahar también preparados en su botica.
Don Celestino Domínguez, de Guayama, presentó dos preparaciones nuevas; la Brasilina, parte colorante del Palo de Brasil criado en Puerto Rico en abundancia y el cual era útil para teñir de rojo las telas. La otra preparación fue el agua de Seltz, agua mineral artificial preparada con carbonato de cal del país, la cual contenía gran cantidad de gas.
Don José Dumond, de Humacao, presentó varias botellas de jugo de piña preparado por él usando el método de Appest. Este jugo se exportaba a varias islas vecinas, como Gualalupe de donde seguían rumbo a Paris y Nantes pare ser empleadas en la industria de la confitería en la prepraración de helados, sorbetes y jarabes.
Todos ellos fueron premiados con medallas de plata por los productos presentados.
Fuente: Coll y Toste Cayetano, Boletín Histórico de Puerto Rico Tomo III, 1916